Paz, sol, sosiego, mar, calidez, brumas, atardeceres mágicos, paseos relajantes, calma, sin listas de espera… TÚ
Despertarte por la mañana y lo primero que haces es abrir la ventana de la habitación. Imagina que ves: La atracción de una playa vacía, acompañándote a pasearla. Descubrir esas rutas inexploradas por todo el litoral, desde Montijo hasta Costa Ballena. O simplemente quedarte quieta mirando el mar, tomando el sol sin mirar el reloj. La playa no cierra por vacaciones. El sol y el mar están enteros para ti.
¿Recuerdas de ese bar que en verano era imposible coger mesa? Ahora lo tienes al alcance de la mano, sin listas de esperas, ni camareros estresados. Esos paseos por sus calles, encontrando sitios nuevos, ocultos por el vértigo del verano.
Ahora sí, sácale partido. Aprovéchate. Solos tú y Chipiona, en completa armonía.