La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la O es un edificio del siglo XVI, pero prácticamente reconstruido a partir del siglo XVIII.
La portada es renacentista, con esculturas de reminiscencias góticas y una de las portadas laterales presenta un arco gótico florido.
En el interior, las naves albergan algunos cuadros de los siglos XVI y XVII, con obras de Andrés Pérez.
En el Retablo mayor neoclásico se da culto a la imagen titular y, entre los objetos de culto, merece ser destacado un cáliz de plata dorada donado por Felipe IV.